El trabajo del poeta

antes llamado : el deseo del fracaso.

Cuando todo esté bajo
lenguas de fuego henchidas
dispuestas a devorar
la hipocresía del hombre medio,
no te vengas a más
porque serán susuros de luciérnagas
listas y preparadas
para mentir
y hacerte fracasar.

Estás triste tú mi pequeño poeta,
levántate y pasea
a la central eléctrica esta vez,
¡que no te gusta tu vida!
Ándate con ojo en tus manías,
y la cabeza alta
marinero de negras nubes
del "incosciente" Álvaro,
del inconsciente.

Echa a andar por largas sendas
donde no otros, si no nadie
más que tú
esté ya preparado.

Pesumbroso por las verdes cunetas
lanza un grito
como decía Padre:
-cuando notes fulgor dentro de tí
ve a Villaverde,
date cabezazos contra los almendros,
ve Álvaro,
a los almendros amargos del pantano-.

Ya floreciste
y escribes poesía.
Siente orgullo
de no ser gusanos aún.
De eso es de lo único,
que debes preocuparte,
el vaho sale,
también la poesía.

MENOS TELEVISIÓN ME VIENE MEJOR AL ESPÍRITU.

Cuando algo se termina
estuvo bien,
sólo,
no más,
en el climáx final,
en esta trama,
aparece un grupo irlandés
apoteósico,
y diluviando entre la niebla
afuera,
algunos planos del que nunca estuvo allí,
de aquel actor
entre este público.

Huelo a plástico,
pengándoseme al diafragma,
provocando
esperada contracción,
inesperada,
por estos grupos
que me recuerdan neuróticos dueños
que dotan y atribuyen
comportamientos muy humanos
al desierto de la pasión.

He aquí esta observación
que me recuerda a determinado arte
que promete y no cumple
y solo juguetea con el espíritu.

Heme aquí
en un muro,
y aparece la náusea
donde no puedo
hacer otra cosa que esperar.

Cualquier cosa que suene,
ALFILERES.

"Todo": es toda materia pensante de un segundo.

Esta es la primera entrada-blog en toda mi vida, y así como mi estilo me dicta, intentaré poner en orden algunas conclusiones propias, e intentar extraer algunas experiencias del fenómeno blog.

He observado en todos los blogs un acercamiento con el lector, todo es interactivo. En este momento ciertas normas y preceptos literarios escapan de sus significados y deben reconstruirse, renacer. Como otros opinaban de las vanguardias de principios del olvidado siglo XX (este tema lo desarrollaré algún día), yo opino que tan grande explosión expresiva mundial, cuantitativamente hablando, es en esencia devastadora, y por consiguiente efímera. En este caso usaré a los futuristas, que eran parte activa de la vida pública, y como los blogers: pólvora. Sus mítines eran teatros improvisados en los que el público utilizaba la fuerza física para imponer su perspectiva artística: los puños eran la solución a todo conflicto; y la palabra solo servía como propaganda. Fueron conscientes del poder agresivo del discurso, y el derivado utilitarismo del contenido. Para los futuristas, para el arte que en ese momento rescata la función poética de la acción extrema, para ellos y para nosotros, el compromiso y la guerra informativa, son excluyentes sobre cualquier otra cosa, son muchos para demostrarlo, ese es el espíritu de lo incontenible, de lo que sucede "ahora". Probaré a leer comentarios sobre mis entradas, y preveo que será duro, pero esto es un blog que nadie leerá.

Existe además, un laudatorio continuado de los escritores con sus lectores y comentaristas , también al contrario. Es algo grotesco que confirma la desesperación del internauta como un humano más que desea sentirse aceptado y miembro de su grupo. Esa conducta no se tolerará bajo mis palabras, ya que la actividad que aquí se ejecuta nace de la necesidad de una realidad alternativa y distinta, de la intimidad del teclado proyectando hacia internet; no quiero compasión cristiana.

También escribiendo, leyendo mis propias oraciones, tomo en consideración el precepto de lo "simple", que debería aplicar si continúo escribiendo en este medio cibernético. Concepto el de sencillez, considerado por mí como máxima imprescindible en la experimentación discursiva honesta que busco conseguir, es consecuencia de mi cruda concepción de la realidad. En cambio las mentiras "propias" o "dirigidas hacia", poseen las más divertidas e inquietantes máscaras, diversos nombres, nadando en el lenguaje, buscando paradojas e inventando universos paralelos. El lenguaje es como el océano, turbulento, impredecible, y bien con las estrellas podrás saber en que punto de su superficie te encuentras, pero no llegarás a tierra subido en un bote si te encuentras a 500 km de la costa, por muchísima astronomía que conozcas.

La sencillez, observando la longitud de lo ya escrito, es definitavemente intrínseca al escritor de blogs. De todas formas, creo que será interesante aprovechar sus posibilidades. Puede que por un tiempo me considere parte activa de la información global, independiente, incorruptible, y desconocida de internet, seré transportado por la deliciosa efusividad de lo etéreo.